Entrevistamos a Manu Fernández, miembro del Consejo Asesor de Bilbao Urban & Cities Design, Consultor Senior de Anteverti y Doctor por la UPV/EHU
Sobre Manu:
Mi principal actividad en los últimos 7 años, tras 10 años centrado en la consultoría estratégica de desarrollo regional y local, ha estado ligada a la curadoría de contenidos de congresos de ciudades inteligentes. Esta es una actividad a caballo entre la investigación (tendencias emergentes, nuevas soluciones, proyectos novedosos…) y la relación con los diferentes agentes públicos y privados que actúan desde las Smart Cities. Además, al ser estos eventos internacionales y en diferentes ciudades del mundo, es una labor muy intensiva en contacto con realidades y contextos muy diferentes, así que todo ello lo hace muy estimulante para mi tendencia a querer entender bien y desde diferentes visiones todo lo que tiene que ver con la transformación urbana.
¿Cómo está cambiando el concepto de “ciudad” como tal y hacia dónde va a evolucionar?
La concepción de la ciudad va evolucionando a lo largo del tiempo, algo lógico si pensamos que la ciudad es una manifestación de los ideales, los conflictos, la economía, las relaciones sociales… de cada época.
Esa concepción se manifiesta físicamente en la manera en que se construyen y desarrollan las ciudades en cada momento, pero se manifiestan también en nuestro pensamiento sobre la ciudad, cómo las entendemos y, sobre todo, cómo las imaginamos.
Esto último tiene que ver con el modelo de ciudad o las utopías urbanas que podamos pensar. Dicho esto, existen diferentes marcos que en los últimos años han tratado de capturar esta evolución posible o deseable de la ciudad, desde la ciudad inteligente a la ciudad creativa. Son referencias aspiracionales, pero creo que de fondo hay una evolución mucho más probable (y deseable) hacia la ciudad sostenible.
De todas las transformaciones que veremos, la mayoría serán cambios incrementales pero será en temas como el espacio urbano dedicado a la movilidad, la densidad de la construcción o la racionalización del uso de los recursos donde podríamos ver más cambios de fondo.
¿Cuáles son los retos más significativos a los que se enfrentan las ciudades y que soluciones aportarías desde tu experiencia?
Son muchos los temas pendientes, pero podría señalar los siguientes
Las condiciones de equidad para poder vivir en unas ciudades con muchos riesgos de ver privatizados muchos de sus servicios, como la movilidad o la vivienda, que están crecientemente gestionados a través de plataformas e intermediarios nuevos que están cambiando el siempre frágil equilibrio para mantener el valor público de la ciudad. Fenómenos como el del acaparamiento de vivienda para usos turísticos temporales son hoy un desafío social y político de primer nivel para poder comprender las ciudades de hoy y del futuro.
Encontrar un nuevo modelo de movilidad urbana. Es un consenso que el modelo de la ciudad centrada en el vehículo privado del siglo XX ya no nos vale. Esto se manifiesta con contradicciones, medidas tentativas, soluciones aún parciales, debates cortoplacistas…,pero ya no tenemos dudas de que el modelo del que venimos tiene demasiados costes sociales, económicos y ambientales, y son muchas más las oportunidades de cambiar el orden de prioridades que hemos venido usando.
La escala siempre es una cuestión no resuelta en cualquier ciudad; la escala tiene que ver, entre otras cosas, con la dimensión metropolitana de muchas áreas urbanas, y con diferenciar la ciudad física, la ciudad administrativa y la ciudad funcional, la realmente vivida y que traspasa muchas fronteras locales a la hora de vivir, trabajar, etc. Esto es un desafío de gestión pública, siempre difícil de resolver, pero puede que a lomos de la capacidad de gestión de datos del funcionamiento urbano, podamos acercarnos a una gestión más eficaz, realista y organizada de la ciudad como espacio de vida y no como espacio de competencias.
Actualmente gran parte de las ciudades y entornos urbanos están lejos del paradigma de ser lugares sostenibles y eficientes ¿De qué modo crees que podéis ayudar a crear una ciudad más saludable/sostenible?
Es difícil generalizar, porque las realidades son muy diferentes.
No es lo mismo una ciudad en Europa o en el Sur Global, no es lo mismo una gran capital que una ciudad de tamaño medio, ni lo es una ciudad aislada que una ciudad de un entorno metropolitano o una ciudad-región,…
Así que, según los casos, los temas pendientes pueden ser muy variados: fortalecimiento de capacidades dentro de la administración, sistema de financiación municipal, acceso a la vivienda, ausencia de zonas verdes, tráfico, población envejecida, dinamización del tejido económico, gestión eficiente de residuos,…en fin, podemos encontrar una gran variedad de prioridades de corto y de largo plazo en cada situación.
Dicho esto, hay algunos patrones que podemos considerar de mayor escala y que pueden ser más comunes:
- Transición energética y el papel que se puede jugar desde la escala local en la generación y consumo dentro de un nuevo modelo energético.
- La modificación urgente (lo estamos viviendo muy claramente durante la pandemia del coronavirus) de la distribución del espacio urbano para las diferentes formas de moverse en la ciudad, para avanzar hacia un modelo que cuestione las prioridades que ha tenido hasta ahora la movilidad motorizada.
- El mercado de la vivienda es una cuestión muy mal resuelta en la mayoría de las ciudades, con consecuencias dramáticas incluso, y a pesar de que las ciudades tienen que trabajar con marcos supra-locales que dificultan cualquier medida más avanzada, tienen aún cierta capacidad a la hora de abordar este tema.
- Y por señalar un último tema, la economía circular es un tema aún emergente y hay mucho margen para que en las ciudades se creen nuevos modelos de producción y consumo y hacer mucho más eficientes no sólo los sistemas de gestión de servicios públicos (RSU, agua,…), sino también los sistemas productivos de la ciudad y su entorno.
En plena era de revolución tecnológica ¿qué importancia tiene para vosotros la gestión de los datos a la hora de mejorar la eficiencia de los servicios urbanos?
En el ámbito de las ciudades inteligentes, creo que la analítica de datos es uno de los vectores tecnológicos básicos que tienen ya el camino muy claro, al menos en cuanto a su necesidad y el camino para su implementación.
Esto implica todo lo relacionado con la centralización de la capacidad de gestión de información urbana. Esto alcanza desde la instalación de sistemas de big data hasta la inteligencia artificial, pasando por su explotación a través de plataformas físicas y virtuales de datos. Todo ello irá sumándose por acumulación, seguro que no siempre de manera organizada ni sistemática, pero irá añadiendo nuevas capacidades de gestión y de comprensión del funcionamiento de la ciudad y sus servicios.
Este ámbito de los datos urbanos será la prueba del algodón. De la misma forma que se dice que una empresa en el año 2020 debería entenderse, en gran medida, como una empresa de software, la gestión de la ciudad será también la gestión de su software y de sus datos.
El reto no será tanto la capacidad de integración y explotación cruzada, sino cómo encontrarles un valor público a esos datos, como gestionarlos desde criterios públicos y de soberanía tecnológica, precisamente para asegurar que esos datos se usen y gestionen de manera respetuosa con las libertades públicas, con capacidad autónoma por parte de las autoridades locales para tomar decisiones sin dependencias de operadores privados, etc.
¿Qué opinas de los modelos económicos colaborativos que están surgiendo en las ciudades y si se debiera apostar más por ellos?
Es un modelo interesante, pero hay que acabar de entenderlo bien para poder interiorizar cualquier apuesta. La economía colaborativa es hija de la sociedad digital, y nació en paralelo al descubrimiento personal y colectivo de que las formas de hacer en internet eran diferentes.
Operar en la red nos permite mayor flexibilidad, personalización, autonomía, auto organización,…y estos principios, que no son sino la traslación a lo organizado de la experiencia cada vez más generalizada que tenemos al usar medios digitales, forman una cultura digital que está detrás de los modelos colaborativos.
Sin embargo, si todas estas dinámicas operaban ya en los primeros años de Internet y dieron muchas capacidades organizativas a escala hiper-local, comunitaria y glocal, pronto se trasladó a formas organizadas que sólo aparentemente conservaban la vocación colaborativa. Así, AirBnB o Uber, como ilustración de cómo se ha trasladado a determinados sectores, son completamente perversos respecto a sus efectos colaborativos. Por eso su llegada a muchas ciudades, allí donde se ha intentado regular de alguna forma, el conflicto se ha hecho evidente.
Es obvio que los nuevos modelos de negocio digital tienen que tener presencia e incluso transformar las ciudades, pero las autoridades públicas, y municipales en concreto, han de mantener su rol que busca asegurar el valor público y, en todo caso, si es que se quiere avanzar hacia ciudades más colaborativas, entender bien qué es lo colaborativo en unos casos u otros, o promover actuaciones más locales o cooperativas que probablemente ya existan cerca.
Consideraciones finales
Hacemos esta entrevista en uno de los episodios más disruptivos que ni siquiera podíamos imaginar hace unos meses.
Estas semanas estoy trabajando mucho en intentar entender cómo afecta la crisis del coronavirus y sus consecuencias al trabajo que hemos venido haciendo en el ámbito urbano. Tendremos que repensar muchas cosas en torno a la movilidad y el urbanismo, al cambio climático y la energía, a las condiciones sociales, a la sostenibilidad, o a cómo vamos a usar la tecnología en este nuevo contexto.
Creo que hay mucha materia para reformular proyectos, encontrar nuevos usos para productos ya existentes, revisar políticas y estrategias y usar nuevos enfoques de diseño para impulsar innovaciones como respuesta a esta crisis desde las instituciones municipales y los agentes que operan en entornos urbanos.
Manu Fernández es uno de los miembros que forman parte del Consejo Asesor de la Asociación Bilbao Urban & Cities Design, que surge como resultado de una intensa labor para crear una iniciativa en común, aprovechando la reputación de nuestros modelos de transformación urbana, formada por un grupo de profesionales y empresas en diferentes campos como el urbanismo, arquitectura, ingeniería, eficiencia energética, medioambiente, movilidad e innovación social.
El objetivo de la misma es el de agrupar a una serie de profesionales a modo de Think Tank, apostando por nuevos modelos de ciudades más inclusivos y sostenibles, así como por nuevos modelos de crecimiento y participación, y poder atraer proyectos urbanísticos con los que trabajar.
Y con sus empresas asociadas formar una Plataforma de Soluciones Urbanas con capacidad de dar respuesta a los retos actuales de las ciudades y entornos urbanos.
Bajo el lema de “Reimaginar, Repensar y Rediseñar Ciudades y sus Áreas Metropolitanas desde un punto de vista urbanístico, sostenible, económico, cultural y social”, la Asociación cuenta una serie de servicios orientados tanto al ámbito local, como internacional.
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