De la Ciudad de Proximidad a la Ciudad Biótica

El concepto de ciudad es uno de los mayores logros de la civilización y el complejo artificio que hemos construido para cohabitar juntos y respetarnos los unos a los otros. Sin embargo, por una parte, es totalmente necesario un cambio de paradigma en los modelos de urbanización, con el objetivo de conseguir entornos urbanos más saludables, racionales e inclusivos.

Y por otro lado, el avance tecnológico está dibujando un panorama en el que las ciudades del futuro remodelarán casi todas las industrias imaginables, y asistirán al nacimiento de aquellas de las que nunca hemos oído hablar.

Para tratar de dar respuesta a alguno de estos retos, estamos inmersos en el proyecto denominado Rethinking Cities – Repensando Nuestras Ciudades, cuyo objetivo es el de repensar los actuales modelos de diseño urbano y diseñar y aplicar soluciones urbanas innovadoras. Y en el marco de este proyecto, hemos preguntado a nuestros expertos sobre su visión de los cambios necesarios.

Judit Urquijo especializada en la redacción de contenidos para empresas con soluciones verdes digitales, destaca la crisis ambiental en la que estamos inmersos, para imaginarse un avance hacia ciudades más habitables, acogedoras y resilientes.

Para ello considera clave la rehabilitación y mejora de la eficiencia energética del parque edificado y la apuesta por la instalación de comunidades energéticas a escala de barrio – “la energía con menor impacto ambiental es aquella que no necesita consumirse” apunta Urquijo.

Por su parte Jon Ciordia ingeniero civil y responsable de estrategia de Dair Ingenieros se fija en la planificación urbana como elemento clave, para que la ciudad sea más eficiente y sostenible – “La expansión urbana descontrolada no solo afecta negativamente la calidad de vida de los habitantes, sino que también contribuye a la degradación del medio ambiente. Es esencial promover un desarrollo urbano compacto que optimice el uso del suelo, fomente la movilidad sostenible y reduzca la huella ecológica de las ciudades”.

Elisa de los Reyes arquitecta de PEZ Estudio acuña el término de “Ciudades Bióticas” como el camino a seguir para nuestras urbes. De los Reyes resume este concepto como el “re-diseño de las ciudades poniendo la vida en el centro, tanto la de los seres humanos, como la de los no humanos, armonizando las relaciones entre ellos. Se basa en que las ciudades deben funcionar como sistemas vivos, donde las infraestructuras conviven con agentes de diferente naturaleza y se producen intercambios constantes de manera equitativa y justa”.

La experta en comunicación Urquijo, además de los aspectos energéticos, destaca también la necesidad de reverdecer las ciudades – “es una de las mejores soluciones para hacer frente a la meteorología extrema que acompaña al cambio climático y al aumento de las temperaturas, que amenazan con convertir las junglas de asfalto en una pesadilla para sus habitantes. Apostar por el verde, además, es impulsar las relaciones humanas, hacer frente a problemas como la soledad o dotar a las ciudades de espacios en los que disfrutar del ocio y el deporte”.

El ingeniero Ciordia, ahondando en esta última cuestión, nos explica que la infraestructura verde debe convertirse en una piedra angular del diseño urbano – “La creación de parques, espacios verdes y corredores ecológicos no solo mejora la estética de la ciudad, sino que también contribuye a la salud mental de sus habitantes y actúa como pulmón verde, contrarrestando los efectos negativos de la urbanización”.

Y desde la perspectiva de la arquitectura De los Reyes plantea la búsqueda de respuestas a preguntas como: ¿Qué significa que una ciudad ponga en el centro la vida? ¿Cómo se proyecta, se produce y se habita esta ciudad, aumentando su biodiversidad de forma corresponsable con otras comunidades vivas (fauna, flora, microorganismos…) y persiguiendo una mayor sostenibilidad a través de ciclos cerrados de recursos y energía?

Para encontrar las respuestas más adecuadas a estas preguntas vuelve al concepto de Ciudades Bióticas que persigue transformar las ciudades en ecosistemas centrados de la vida – “Se trata de hacer realidad hábitats saludables, sostenibles e inclusivos a través de la colaboración con personas usuarias y expertas de diferentes disciplinas”.

Para finalizar Judit apela a la reducción de los vehículos a motor privados al mínimo imprescindible en las ciudades, apostando no solo por alternativas más sostenibles, sino por prácticas laborables más flexibles y el teletrabajo que reduzca la necesidad de desplazamientos.

Jon también remarca la necesidad de priorizar sistemas de transporte público eficientes, accesibles y ecológicamente sostenibles. –“La integración de tecnologías como la movilidad eléctrica, el transporte compartido y la planificación inteligente del tráfico contribuirá significativamente a mitigar problemas como la congestión vehicular y la contaminación atmosférica.

Y Elisa saca a colación el concepto de la “proximidad espacial y temporal” como una cualidad urbana necesaria para poner la vida, y por ende la conciliación de nuestras actividades productivas, propias, políticas y reproductivas en el centro del diseño de nuestras ciudades.

“El diseño de los equipamientos, transportes y usos en las ciudades bióticas tiene en cuenta los cuidados y las economías de forma equilibrada”.

Queda claro por tanto que será con el permiso de las ciudades que conseguiremos o no nuestros objetivos de igualdad, erradicación de la pobreza, reducción de los efectos del cambio climático y garantía de una vida sana.

Este es el primero de la serie de artículos que iremos publicando con las opiniones expertas de los participantes en el Proyecto Rethinking Cities – Repensando Nuestras Ciudades, que ha sido financiado por la Diputación Foral de Bizkaia dentro del Programa Agentes Intermedios 2023.